A continuación, un extracto del reportaje en Revista del Campo del diario El Mercurio, aparecido el lunes 29 de mayo, donde hay declaraciones de Jorge Valenzuela, Presidente de Fedefruta y también de Iván Marambio, Presidente de Asoex, entre otros entrevistados:
Afortunadamente hay buenas y mejores señales para la industria frutícola para enfrentar la próxima temporada: Cerezas aumentaron en 16,5% su volumen exportado en la temporada 2022-2023, llegando a 415.000 toneladas comercializadas. Este año 2023 llegará el fenómeno de El Niño trayendo otro invierno de recuperación de lluvias, tal cual ocurrió el año pasado. Los buques y puertos han recuperado su volumen de trabajo, con una considerable rebaja del valor de los fletes navieros. Las cerezas, carozos, cítricos y kiwis están con buenos resultados, no así la uva de mesa y los arándanos que sufren compitiendo en desventaja por la permanencia en producción de variedades demasiado antiguas, sin ir más lejos, Perú desplazó a Chile como exportador número uno de uva de mesa.
La fruticultura pasó por momentos complicados en las dos últimas temporadas: costos más altos y la sequía que afectó los rendimientos, produciendo fruta que no llegó en buenas condiciones a los mercados de exportación.
Iván Marambio señala que se necesitan al menos un par de buenas temporadas para volver a la normalidad en el sector frutícola, en ese contexto la logística naviera ha vuelto a ser confiable y otros factores que ayudan a estar optimista son la rebaja en el valor de los fertilizantes y los avances para el logro de un acuerdo de libre comercio con India.
Finalmente hay una importante conclusión, resultado del aprendizaje logrado en estos últimos años: “Se debe diseñar el negocio frutícola a partir de una renovación varietal permanente, hay que buscar constantemente variedades más atractivas para los consumidores y más productivas en el campo”, señala Marambio.