Entrevista a Antonio Walker, Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura

 

 

¿Cuál es la tendencia hoy de los productos / insumos agrícolas y hacia dónde va la producción para el futuro a corto y mediano plazo?

En el corto plazo, estimamos que el PIB del sector agrícola crezca alrededor de un 2,0%, lo que se debe principalmente al efecto rebote de la caída del año pasado de un -1,8%. En cuanto a la demanda de los productos e insumos agrícolas, evaluamos que la demanda debiera ser similar a la del año pasado, ya que esta suele ser bastante inelástica.

En cuanto a la tendencia a mediano plazo, es difícil de predecir. Sin embargo, creemos que en el largo plazo, tanto fertilizantes como agroquímicos, aumenten en los próximos 10 años un 28% y 25% su presencia respectivamente. Esto equivale a un crecimiento anual promedio de un 2,5% en el caso de los fertilizantes y un 2,3% en el de agroquímicos.

 

¿Cuál es el rol que cumple la Sociedad Nacional de Agricultura específicamente en la industria de productos / insumos agrícolas?

La SNA es un gremio que busca coordinar la acción gremial de todos sus socios, respetando la expertis de cada uno de los gremios que la componen. De esta forma, en cada uno de los temas específicos dejamos que quienes tienen el mayor conocimiento y capacidades actúen directamente, colaborando como SNA en cuanto sea posible.

Cuando son temas transversales del sector, que abarcan a todos los rubros, coordinamos la acción con todos los involucrados, y presentamos un plan de trabajo en conjunto.

 

¿Cuáles son los principales obstáculos y desafíos que enfrentan las empresas productoras de insumos agrícolas, en relación con las problemáticas que presenta el cambio climático?

Uno de los grandes desafíos que trae consigo el cambio climático es que tanto productores como empresas de insumos y distribuidores de productos agrícolas tienen que velar por una mayor preocupación medioambiental en general, particularmente por la biodiversidad. Un caso específico de estos retos es la utilización de la urea, un fertilizante muy usado en el sector agrícola y que se produce a partir del gas natural. Al ser un combustible fósil, su producción genera emisiones de GEI y esto se traduce en un impacto en la huella de carbono del sector. Debemos buscar nuevas soluciones que nos ayuden a disminuir este efecto. Sin embargo, el cambio climático no solo trae consigo desafíos sino también oportunidades que debemos aprovechar. El sector agrícola chileno tiene una huella medioambiental bastante baja y tenemos que transitar hacia el objetivo de ser una potencia eco alimentaria a paso firme, y visibilizar estas acciones y esfuerzos, para lograr diferenciarnos y contribuir responsablemente con el cuidado de nuestros recursos.

 

¿Cómo fortalece el trabajo colaborativo entre asociaciones gremiales al sector agrícola chileno?

Las asociaciones gremiales nos permiten coordinar las labores y trabajos, para tener una posición más unificada y contundente. De esta forma, logramos unirnos en una voz más fuerte que es escuchada por la autoridad y fomentar la generación de las políticas públicas necesarias a tiempo con los problemas del sector.

 

¿Cuál es la previsión que tiene del futuro de la industria agrícola de Chile?

El consumo nacional en alimentos en bastante inelástico y tiene relación directa con el crecimiento de la población. Por otro lado, en las exportaciones creemos que la tendencia de la fruta (fresca e industrializada) y el sector vitivinícola irá al alza alrededor de un 3,0% anual promedio.

El sector de los vinos ha experimentado en los últimos años un decrecimiento temporal, lo cual creemos que se revertirá en estos años venideros, reflejando la importancia continua de estos productos en los mercados internacionales.